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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Día 4

Fish RiverNamib Desert Lodge


Una señal en el camino…


Un poco más temprano de lo habitual, pero no mucho más, nos levantamos y nos pusimos en marcha, recogiendo, desayunando y montando en los Terios. El objetivo era llegar cuanto antes a nuestro destino: La zona de Sesriem y Sossusvlei.


Como aún no sabíamos como se las gastaban los Namibios con el tema de las gasolineras, ni la distancia entre estas; le solicitamos carburante a la chica de la tienda y bar del local. Nos acompañó y sirvió, muy amablemente el jefe de cocina (el chico para todo) con su uniforme de faena, a lo que nosotros nos preguntamos: Se lavará las manos después?? Le saldrá la comida con ese regustillo a gasolina de 93 octános??


Ni corto ni perezoso, el hombre salío de la cocina, llenó los tanques y volvió a sus tareas diarias...



Emprendimos la marcha por las pistas namibias con doble fortuna; por un lado porque al ser tan temprano tuvimos la suerte de ver animales como no los habíamos visto aún: Algún Springbok, un oryx e incluso una cebra coqueta que posó muy amablemente para mi cámara de fotos.


Gracias a la excelente visión de Cristian pudimos ver nuestra primera cebra del viaje, tenemos que agradecerle también al animal el detalle de girarse hacia nosotros para no darnos la espalda...



La parte desafortunada de la mañana fue encontrarnos a Ana en el arcén de la pista haciéndonos señales para que paráramos... En una curva con paso a nivel, se habían salido y desllantado una rueda trasera. Según contaron después, llegaron despistados a la curva, que es muy cerrada y les fue imposible entrar en la misma, doblando un cacho de la señal de paso a nivel y rompiendo el piloto trasero del Terios.


Momento avería. Aunque no se puede apreciar, debajo del Terios hay un arbusto de 2 metros de alto similar al que aparece en la parte inferior derecha de la fotografía...



Tras ver las marcas en el suelo, la señal doblada y el tremendo seto de pinchos que acabó debajo del coche nos entró la risa… Afortunadamente todo se solucionó con un cambio de rueda y comprobando que el coche lleva algo doblado en el eje trasero, al circular la rueda no gira de forma estable, pero tampoco es nada importante…


Fijándose un poco se pueden ver las marcas de las ruedas atravesando la pista y la señal del paso a nivel doblada en una esquina.



Seguimos de camino buscando un pueblo donde encontrar un taller para volver a montar el neumático en la llanta, echar gasolina y comprar algo de comer, porque todavía nos quedan 2 días de camping por delante y volvemos a estar sin una gota de agua ni nada sólido que llevarnos a la boca.


Nos paramos en un pueblo bastante grande llamado Bethanie, donde había una gasolinera y un supermercado con muchas cosas si lo comparamos con lo que hay en 200 km a la redonda... Tienen hasta una nevera con helados y comida enlatada para perros y gatos, todo un lujo en estas latitudes.


Me llama mucho la atención ver como durante decenas de kilómetros, las pistas se llenan de gente haciendo autostop, buscando alguien que les lleve de un sitio a otro (no sabemos muy bien a donde), y las casas donde viven están hechas con restos de chapas o barro, en las que carecen de agua, luz o cualquier otra comodidad.


Un grupo de personas, las adultas de no más de 40 años, pasean por Bethanie de camino al supermercado.



Esta gente, tienen a sus vecinos más próximos a 3 o 4 kilómetros (en algunos casos muchos más).No sabemos tampoco muy bien de que se alimentan y viven, porque todo lo que hay a su alrededor es vegetación desértica, mucho polvo, soledad y silencio….Suponemos que harán viajes desde grandes distancias para comprar en lugares como el supermercado donde nosotros estamos pero….de dónde sacan el dinero?? Dónde trabajan??

Porque en algunos casos (muy raros eso sí) nos hemos encontrado algún poblado con un par de vehículos aparcados allí…


Tras el intercambio cultural con algunos habitantes de Bethanie por parte de Ana y Fran (un cigarro por dos o

tres palabras en Namibio), seguimos nuestro camino dejando en la gasolinera a una colección de turistas llegados en camiones y autobuses de los viajes organizados. De esta forma, ya se entiende un poco más el porqué de un supermercado con tantas cosas allí (parada obligada de viajes organizados); incluso tienen hasta su propia carne envasada allí mismo y una nevera llena de bolsas de hielos también de fabricación propia…todo esto, sólo apto para valientes….


Paquetes de carne envasada en el supermercado. Por suerte, me pude colar y ver como era el proceso de fabricación, toda una experiencia....



Conducíamos pensando que teníamos más distancia hasta Sesriem, pero apenas nos quedaban algo más de 200 kilómetros, así que paramos a darle aire a la rueda averiada y de paso comer algo en un hotel/bar llevado por una holandesa muy simpática….


Los dos trabajadores de la mini-gasolinera le dan aire a la rueda averiada del Terios.



Cualquier sitio es bueno para descansar y echarse una siesta después de comer, y si es con la escasa sombra que da un árbol mucho mejor...



Namibia está lleno de hijos de emigrantes Alemanes y Holandeses, que prefieren vivir y montar un establecimiento en medio del desierto ( a 150km de distancia del punto habitado más cercano) antes que retornar a los países de sus padres y vivir con las exigencias, prisas, etc que tiene un país europeo.


Tras comer un sándwich de jamón cocido (el resto del menú llevaba riesgos alimenticios para nuestra salud), reanudamos el camino, parando poco después para sacar unas fotos David y yo a una furgoneta Volkswagen que estaba abandonada en el arcén de la pista. Es muy común ver coches, camiones, etc quemados o abandonados en los pueblos o conjuntos de casas. De estos vehículos accidentados se utiliza todo: las piezas para otros, y la carrocería / chapa es usada para tapar huecos en las paredes, meterse dentro, jugar los niños, etc, etc…


Uno de los cientos de vehículos que hay abandonados en los arcenes de las pistas. Para alguien como yo que es aficionado a los coches clásicos, ver esta furgoneta en su estado es altamente doloroso....



Llevábamos un rato comentado la situación de los aeropuertos Africanos; los marcan en los mapas pero tan sólo son unas pistas de tierra en una zona plana, cuando apareció uno a un lado de la pista por donde circulábamos, así que paramos, abrimos la verja, y entramos a darnos una vuelta por el aeródromo. Nada tiene más que un indicador de viento y la pista de aterrizaje con arena roja. Seguramente tan sólo se use cuando 2 o 3 ricos lleguen en las avionetas privadas a algún lodge cercano para ir a cazar animales a las muchas reservas que se ven a lo largo de los kilómetros.


"Aeropuerto Internacional, la avioneta está a punto de aterrizar, por favor pasen por el control de pasaportes..."



Estas reservas privadas ocupan la mayor parte del espacio de Namibia. Se puede saber porque durante horas y horas, las pistas son completamente rectas y a ambos lados de estas, unas vallas hechas con troncos de madera y alambre, mantienen a los animales dentro del recinto. Cada muchos kilómetros, encontramos una valla para entrar/salir, y muy de cuando en vez, un cartel que indica el nombre de la reserva o recinto. El problema de estas fincas es que han sido cortadas por la mitad para dejar paso a los vehículos, ya que las pistas son públicas.

Seguro que sus dueños no están nada de acuerdo….


Al llegar al desvío hacia Sesriem paramos para hacer un cambio de conductor y de paso aprovechamos para sacarnos una foto con el cartel que indicaba la dirección del pueblo. Como una foto sin más no tiene gracia, Jorge y yo nos subimos a lo más alto del cartel , para salir bien en la foto. Un día nos vamos a llevar un buen susto, por hacer el mono subiéndonos a las cosas….


Quizás las pistas y caminos no sean los mejores del mundo, pero la señalización es perfecta; tanto indicando peligros como cruces, pueblos....



Llegamos a la puerta del parque un poco despistados, y preguntamos en la recepción si alguien sabía dónde se encontraba nuestro camping porque no veíamos carteles por ningún lado. Resultó, que el tipo que nos hizo la reserva no debió de encontrar otro más cerca de la puerta del parque de Sesriem (o no le dio la gana) porque estaba a 50km !!!! Con lo que para poder ver al día siguiente la famosa duna 45, tendremos que hacer 95 km….


Como era ya tarde y la noche se empezaba a echar encima, subimos rápido en los Terios y salimos a toda prisa para intentar llegar aún con luz y poder montar las tiendas de la mejor manera posible. A pocos kilómetros de llegar, nos encontramos con una gran manada de springboks que cruzó la pista y se quedó pastando a escasos metros de nosotros. Paramos y bajé del coche para intentar sacarles unas fotos desde algo más cerca; poco a poco se iban alejando despacio y yo detrás…cuando quise volver, estaba a más de 30 metros del coche en medio de la vegetación.


A pesar de ir con mucho sigilo, me fue imposible acercarme más a los Sprinboks, se hacían los despistados pero en cuanto yo daba un par de pasos más, ellos echaban una carrerita y se volvían a poner a varios metros de distancia.


En el camping nos abrieron la puerta del recinto, informándonos de que la recepción, el lodge y el resto de servicios están a 5 kilómetros de nuestra zona de acampada (está pegada a la puerta de entrada). No deben de querer que los campistas pobres se junten con los que pagan un dineral por dormir en las casas de madera con todo tipo de lujos…. Así que después de hacer el check-in y otra vez los 5km, montamos las tiendas ya con la noche echándose encima.


Seguramente el servicio más original de todos cuantos he visto nunca, no ya por su forma, sino por su situación: En los límites de la zona de acampada, totalmente a oscuras y con todos los animales que allí hay paseando a su alrededor si quieren....



Preparamos para cenar un poco de arroz con un sucedáneo de tomate y de postre dos gallegas para cada uno. Decidimos acostarnos rápido para levantarnos muy temprano, y llegar a la puerta del parque con tiempo suficiente para entrar con calma y poder acercarnos a la duna 45 antes del amanecer.


Así que tras el arroz con tomate y una sesión de astrología, viendo todas las estrellas sin ningún tipo de luz artificial que moleste, nos metimos en la tienda acompañados de unos ruidos parecidos a los de unos grillos, pero que se mueven con mucha rapidez; suenan muy lejos y en 4 segundos están pegados a la tienda….

África y sus animales nos dan las buenas noches…..

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