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viernes, 15 de octubre de 2010

Epílogo

Con la vista atrás.....


Estoy en Madrid, sentado en el suelo de algún lugar de la T4, esperando que el último vuelo que me queda, me lleve a Vigo y por lo tanto a casa.

No tengo muy claro a que hora saldré de aquí, ni tan siquiera si tendré que pasar la noche apoyado en esta misma columna o en un hotel, pues la compañía aérea lleva más de dos horas retrasando el vuelo y creo que no tienen interés de dar ningún tipo de información al respecto.

La gente que me rodea se pone nerviosa y comienzan a gritar, hablan unos con otros, se forman grupitos y todos tienen la mejor solución posible para el problema. Yo por mi parte y desde mi esquina, contemplo la escena, dándome cuenta una vez más de lo mal que vivimos en este primer mundo, y que diferente es la vida, aunque con muchos menos recursos en los países que acabamos de visitar. Apenas hace unas horas que he pisado tierra y ya estoy echando Africa de menos……

Como estaba previsto, llegamos sin ningún tipo de sobresalto a Londres, incluso algo antes de la hora prevista, y no tuvimos problema para facturar nuestras maletas y esperar un rato por el vuelo de Londres – Madrid. Ambos trayectos transcurrieron sin ningún tipo de novedad destacable y fueron bastante tranquilos.

Por norma general, casi siempre suelo regresar en el último vuelo del día que sale hacia Vigo. Es una forma de asegurarme tiempo por si tengo algún retraso con los vuelos, problema de última hora, pérdida de maletas, etc. También es un arma de doble filo, porque como el resto de mis compañeros se van en autobús a mediodía, soy el último en llegar a mi casa y por tanto me paso varias horas sólo en el aeropuerto.

La mayoría del grupo (todos salvo Jorge) se han marchado para Logroño en el autobús de las tres de la tarde. En Barajas nos hemos quedado los dos, hemos estado tomando un café y contándole a Angela, que este año no ha podido acompañarnos, algunas anécdotas e historias del viaje. Cuando esta se ha ido a coger el vuelo hacia Oviedo, nos hemos quedado otra vez los dos solos.

Este viaje no sería tal, si hace dos años Jorge y yo (junto con David) no nos hubiéramos conocido durante el Mongol Rally. Desde ese momento, surgió una amistad con la que hemos recorrido miles y miles de kilómetros durante los tres últimos veranos.

Después de compartir una amena conversación sobre nuestros futuros proyectos y destinos, siempre hay lugares a donde ir, despedí a Jorge en la estación de autobuses y me dispuse a esperar cuatro horas más por mi vuelo, y emprender el viaje de regreso a mi ciudad.

En estas cuatro horas he tenido tiempo de pensar y reflexionar acerca de estos 23 días llenos de experiencias y vivencias increíbles. Desde las primeras sensaciones cuando aterrizamos en el aeropuerto de Johannesburgo, las primeras conducciones por las pistas Namibias, los animales de Etosha, etc…

Pero sobre todo he pensado en la gente….esas personas que viven con tan pocas posibilidades económicas, con una vida dura, caminando kilómetros y kilómetros diariamente para poder llevarse a la boca algo de agua, viviendo en medio de ninguna parte, sin ningún tipo de atención médica, rodeados de vegetación, de mucho calor en invierno y tanta lluvia en verano….

Y me preguntaba a mi mismo, que serán dentro de unos años aquellos niños a los que les regalamos las camisetas…, los que paramos en el arcén para darles comida…, los niños que se llevaron los juguetes el último día, o el chico al que le regalé mis bermudas..…. La otra pregunta era ¿Cuánto vivirán? Teniendo en cuenta que la esperanza de vida en Botswana es tan sólo de 27 años (por culpa del VIH)…

Parece que las modernidades llegan a Africa, pero tan sólo se aproximan un poco a las grandes ciudades. Veo totalmente imposible que en los próximos sesenta años, muchas de esas zonas que nosotros hemos visitado tengan ni siquiera luz eléctrica a disposición de sus habitantes (por decir algo)….

Alguien que lea esto me podrá decir que no conozco nada, apenas cuatro países de los tantos que tiene el continente. Le puedo responder que tiene razón, pero lo que he visto ha sido suficiente como para saber como están realmente, sin que nadie me la cuente o quiera influir sobre mi opinión.

Queda mucho por hacer en Africa……

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